Ciudad de México, a 29 de noviembre del 2019.- Amnistía Internacional informó hoy que cada dos horas y media una mujer es asesinada en México.
De acuerdo con Marta Martin-Roldán, doctora en derecho y maestra en criminología y políticas públicas en la Universidad Pompeu Fabra, esta violencia se extiende en todo el país, su alcance es global y llega incluso a las cárceles del país, en donde se agudiza la violencia física y sexual en contra de las mujeres de escasos recursos.
Al participar en el VI Coloquio de Reinserción Social: Situación de las Mujeres en el Sistema Penitenciario, organizado por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, la consejera de Amnistía Internacional dio a conocer que a nivel global una de cada tres mujeres han vivido violencia física y sexual a lo largo de su vida
Mientras, 66.7 por ciento de las mujeres en el país han sufrido algún tipo de violencia por lo menos una vez en su vida, y uno de los sectores más vulnerables y propensos a sufrir violencia generalizada son las mujeres extranjeras, las indígenas, las reclusas y transgénero.
“La violencia de género es extensa en cuanto a las formas, comentarios machistas, acoso en espacios laborales, feminicidios, que son la forma más grave de violencia de género. La violencia de género es una violación a los derechos humanos que hace que incluso las personas que provienen de situaciones de marginación caigan en si sistema penitenciario perpetrando y agudizando esta espiral de violencia”, dijo Marta Martin-Roldán.
Durante su intervención, la consejera de Amnistía Internacional explicó que ya en prisión, las mujeres son abandonadas más frecuentemente por sus familiares y quedan más vulnerables a cualquier tipo de violencia.
En el sistema penitenciario en México, sólo 5.2 por ciento son mujeres, mientras que 6.9 por ciento de las mexicanas se encuentra privada de su libertad.
También explicó que el sistema penitenciario no toma en cuenta las necesidades de las mujeres y que la violencia de género tiene una relación directa con la privación de la libertad, como es el caso de las mujeres que van a la cárcel por la tipificación del aborto como un crimen.
“El sistema judicial no toma en contexto que las mujeres cometen el homicidio en defensa de otros abusos”, detalló Marta Martín-Roldán.