Ciudad de México, a 3 de enero de 2025.- La Escuela Nacional de Antropología e Historia pidió, junto al Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, que se reconozca a Cuicuilco como patrimonio biocultural.
La iniciativa busca busca preservar al sitio “para la investigación, enseñanza y aplicación en procesos de conservación y rehabilitación sostenible”, según reza un comunicado.
Y es que como lo explica Lilian García-Alonso Alba, investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la diversidad ecológica de este espacio ha permanecido gracias a la delimitación de la Zona Arqueológica.
Pero no es suficiente, dado que “cuando a los materiales vivos, sobre todo las plantas, no se les relaciona de forma directa con otro uso y no se les concibe como herencia biocultural, se pierden sus posibilidades de investigación. Y el estudio integral de los pedregales de Cuicuilco busca reconocer algunas de esas plantas. Por ejemplo, las saponinas de los agaves tienen tradición de uso como jabones, y su eficacia se ha probado científicamente en la limpieza de lanas, sedas, y demás”, explicó la experta.
Mencionó también que “nuchas de las plantas endémicas de los pedregales de Cuicuilco fueron utilizadas para elaborar productos culturales y, aún hoy, pueden usarse como material adhesivo, de limpieza y para repeler insectos, por mencionar algunos usos”.