Kiev, Ucrania, a 11 de diciembre de 2024.- Los perritos callejeros que habitan en la zona donde ocurrió el desastre nuclear de Chernóbil, han desarrollado resistencia a la radiación, según registrado un grupo de científicos de la Universidad de Columbia.
Es una evolución ocurrida 38 años después del accidente nuclear y se trata de un fenómeno que abre perspectivas respecto a la resistencia de la vida en entornos tóxicos y/o condiciones extremas.
Recordar que el accidente nuclear de Chernóbil ocurrió en abril de 1986 y dejó una región conocida como la Zona de Exclusión, donde no se permite que personas vivan ahí. La cuestión es que muchas personas fueron evacuadas, pero dejaron a las mascotas atrás.
Los perros con mutaciones son entonces descendientes de aquellos abandonados y la han tenido complicada, porque debieron sobrevivir no sólo a inviernos severos sino a la contaminación de metales pesados.
Los científicos recolectaron muestras de sangre de 116 perros y encontraron mutaciones genéticas que les permiten prosperar en este ambiente hostil, porque tienen capacidad para reparar el daño celular que genera la radiación.
El equipo de científicos, liderado por Matthew Breen y Norman Kleiman, subraya que estas adaptaciones son fascinantes desde un punto de vista científico y que también podrían tener implicaciones para la salud humana y animal, porque "el estudio de los perros de Chernóbil podría ayudarnos a desarrollar estrategias para proteger organismos vivos de los efectos de la radiación".
No sólo eso, porque los perritos de Chernóbil se han convertido en un símbolo de resiliencia, porque demuestran que la vida puede evolucionar en zonas donde supuestamente no podría haberla.