Ciudad de México, a 21 de enero de 2025.- La Pequeña Amal, la marioneta de 3.6 metros de altura que representa a una niña siria refugiada y que se ha convertido en un icono internacional de los derechos humanos, especialmente de la niñez, vuelve al país con su mensaje de esperanza y compasión mediante la exposición “La Travesía de La Pequeña Amal por México”.
Amal -cuyo nombre significa "esperanza" en árabe- ha cautivado a más de un millón de personas en más de 120 ciudades desde julio de 2021, cuando emprendió su primera caminata en Turquía, donde se han refugiado centenas de miles de habitantes de Siria a causa de la guerra civil que comenzó en 2011.
La exposición es presentada por el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, en colaboración con ACNUR, agencia de la ONU que realiza una labor vital en apoyo a las personas refugiadas, tanto en México como en el mundo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La muestra fue inaugurada el lunes 20 de enero de 2025 en el Jardín Botánico del Bosque de Chapultepec, siendo que desde ese día y hasta el 2 de marzo de 2025, en las rejas del Bosque de Chapultepec se expondrán 60 fotografías que reviven el paso de Amal, entre el 6 y el 26 de noviembre de 2023, por siete ciudades mexicanas: Tijuana, Monterrey, Guadalajara, Zapopan, Ciudad de México, Oaxaca y Tapachula.
Inspirada en las mojigangas mexicanas, Amal es el corazón del proyecto de la compañía británica The Walk Productions. Sus periplos son una celebración artística y humanitaria que pone el foco en el enorme número de personas, en especial niñas y niños, que huyen de la guerra, la violencia y la persecución, cada uno con una historia propia.
De hecho, según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, en el mundo hay 123 millones de personas desplazadas por la fuerza. En los últimos años, México se ha ubicado entre los países con mayor número de solicitudes de asilo. Una tercera parte de quienes lo piden en el territorio nacional son niñas y niños.
Entonces, la exposición “La Travesía de La Pequeña Amal por México” busca, por un lado, evocar el paso de la escultura por nuestro país, como un grato recuerdo y un gesto de agradecimiento a quienes caminaron a su lado; por el otro, generar solidaridad y compasión hacia quienes han tenido que abandonar su patria, su hogar e incluso sus familias, debido a la persecución política, religiosa y cultural, los conflictos bélicos, el crimen organizado o la violencia en todas sus formas.
El periplo de Amal
Amal ha recorrido más de 20 mil kilómetros a lo largo de 15 países de Europa y América buscando a su madre. En cada uno, cientos de miles de personas le han dado la bienvenida en las calles, incluyendo artistas, líderes religiosos o políticos y de la sociedad civil. Actualmente se encuentra en Chile -segundo país latinoamericano que visita-, donde estará todo enero llevando su mensaje urgente a favor de la niñez: “no se olviden de nosotros”.
El 6 de noviembre de 2023, tras recorrer 55 ciudades de Estados Unidos, la Pequeña Amal cruzó la frontera entre San Diego y Tijuana para iniciar su travesía mexicana de más de 4,000 kilómetros, desde la frontera norte hasta la frontera sur.
Cerca de 500 mil personas la recibieron en albergues, escuelas, edificios de gobierno, plazas, parques y lugares de gran valor simbólico. Por ejemplo, el muro fronterizo en Playas de Tijuana, la Basílica de Zapopan y la Basílica de Guadalupe -ambos lugares de culto de miles de personas-, el zócalo y el centro histórico de la capital mexicana. Su visita culminó el 26 de noviembre, cuando navegó el río Suchiate, frontera natural entre México y Guatemala, por la que a diario atraviesan cientos de personas.
En Ciudad de México Amal fue recibida por el Senado de la República y luego en el Congreso de la Unión. Otros sitios que conoció en territorio mexicano fueron el Hospicio Cabañas, los canales de Xochimilco y la Ciudad Universitaria de la UNAM, así como el Centro Histórico de Oaxaca y las zonas arqueológicas de Monte Albán y Teotihuacán, declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
A decir de The Walk Productions, organizadores de este proyecto humanitario, la niña siria de 10 años, que también quiere volver a casa e ir a la escuela, nunca se había sentido tan acogida como lo fue en nuestro país.
“La bienvenida de Amal a México, el ‘apapacho’ o abrazo con el alma que recibió, simboliza su larga tradición de asilo (de México). Su visita a lugares tan emblemáticos sirve para reafirmar que la niñez refugiada puede reconstruir su vida y perseguir sus sueños gracias al apoyo de las comunidades de acogida”, aseguró Giovanni Lepri, representante de ACNUR en México.
Foto: The Walk Productions.