Chilchota, Mich; a 31 de mayo de 2018.- En esta cabecera municipal, enclavada en la Cañada de los Once Pueblos, las tradiciones están más vigentes que nunca; en el Corpus Christi, además de las actividades religiosas, también se muestra al mundo los oficios que caracterizan al poblado, como los azahares, panaderos, los cueteros, agricultores y tabiqueros.
Son dos días de fiesta pagano religiosa; cientos, miles de personas se dan cita a los concursos del panal, de arreglo de caballo o de mojigangas, que culmina con el tradicional “harinazo”, donde todos contra todos se lanzan harina; una nube blanca cubre la plaza principal.
Se dice que es una tradición de los panaderos, como una forma de agradecimiento por haberles ido bien durante el año; muchos llegan exclusivamente al “harinazo” y se observan niños, jóvenes y adultos, cubiertos del blanco de la harina; muchos usan anteojos para cubrirse los ojos. No hay una estimación, pero deben ser cientos de kilos de harina que se lanzan unos y otros
Misas en la parroquia de Santiago Apóstol, bandas de música en el kiosko de la plaza, baile popular por la noche del 31 y el día primero de junio, el desfile de los oficios, luego los concursos y cierra el “harinazo”.