Morelia, Michoacán., 15 de mayo del 2021.- La pandemia del Covid-19 nos agarró por sorpresa a todos y nos ha metido tan terrible zarandeada que Dios guarde la hora, por ello el mundo entero se paralizó o, al menos, la mayoría de las actividades humanas entraron en compás de espera. Hoy, a más de un año de su entrada a México, el mundo empieza a regresar a su normalidad, de ahí que en este sábado se vaya a dar una corrida de toros en Tlalhuelilpan, Hidalgo, con la reaparición del matador moreliano Emiliano Villafuerte el Moso.
Han pasado muchos meses sin que los coletudos que alternarán en este sábado 15 de mayo hayan podido vestirse de luces. Meses en los que sus ansias de ser y hacer en el ámbito del Arte de Cúchares seguramente se acrecentó, por ello el pachuquense Pablo Samperio, el tlaxcalteca Carlos Fuentes, el defeño Manuel Montoya “Montoyita” y el moreliano Emiliano Villafuerte “El Moso” entrarán al redondel de la Plaza de toros “Jorge Gutiérrez” (14:00 horas) con la disposición de hacer la gran faena y cortarles los tres trofeos a cada uno de los 8 toros de torreón de Cañas.
No debe ser de otra manera, porque no solamente ellos están habidos del buen toreo, también la afición taurina se truena los dedos, se come las uñas y le sudan las manos por la emoción y el deseo de ver un retorno a lo grande de todo diestro, así que el compromiso de hoy para los alternantes es de dimensiones mayúsculas, porque además tuvieron mucho tiempo para prepararse a ciencia y conciencia.
Emiliano Villafuerte es un torero sereno, cara de circunstancia, quien tomó la alternativa el 21 de abril del 2019 en la Plaza de toros “Silverio Pérez” de Texcoco con buenas calificaciones. Ha toreado poco, pero ha querido y sabido aprovechar las pocas y muchas cualidades de los bureles que le han tocado en suerte. De suyo ya les puso un pie adelante a otros diestros michoacanos con más trecho caminado.
Los ganaderos de Torreón de Cañas (Julio Uribe Barroso y Julio Uribe Curn), la ganadería que pasta en la Hacienda de Cuautlatilpan, Hidalgo, han enviado un encierro de buena cara y lámina, con edad y trapío que hacen pensar que van a contribuir con los matadores en ese protagonismo que es de dos, y en el que no hay antagonista.
La moneda está en el aire, pero al caer no le dará cara a ninguno de los cuatro alternantes, porque el toreo no es un asunto de suerte sino de entrega, valor y arte. Por tanto que se imponga el mejor, pero que todos hagan lo que deben hacer y todavía más para merecer el respeto, el aplauso y los trofeos. Así sea.