Morelia, Michoacán, 13 de noviembre del 2024.- Sucedió lo que tenía que haber sucedido desde hace por lo menos dos meses, José Luis Higuera cesó al agrandado, cantiflero e inoperante Mario García Covalles del cargo de director técnico del Atlético Morelia. Se tardó el potentado canario, pero finalmente lo hizo.
Ahora lo que hay que esperar es que en su calidad de dueño y mandamás haga lo que es menester, contratar un entrenador bien preparado, aunque no sea de prestigio, y que arme un cuadro sólido con visión de futuro; si no es así, seguirá dando tumbos.
Se fue el Cantinflas, ese entrenador que gracias a un trabuco que le armaron en el Atlante tiene en su historial dos campeonatos de la Liga de Expansión. Entrenador con comillas, porque durante su estancia en el nido canario dejó ver que no está preparado para dirigir, no es buen estratega y no es buen motivador. Sus propuestas y estrategias siempre fueron erradas, no mostró liderazgo y a lo más que llegó fue a gritar, gritar y gritar, sin hacer las modificaciones necesarias durante los partidos y, además, nunca tuvo un cuadro titular.
Se fue Mario García con una cauda de desaciertos, presunciones, derrotas y engañifas. Se fue para no volver, porque no habrá lugar para él en este club por los malos resultados, los malos números y su mala actitud ante la gente de los medios de comunicación y los aficionados, porque en vez de mostrar humildad y deseos de aprender y modificar, siempre se dejó ver agrandado, presuntuoso y futurista, cuando lo que se ocupaba era entregar buenas cuentas en el aquí y el ahora, las que nunca entregó ni siquiera en pretemporada, etapa en la que el Atlético Morelia fue goleado y exhibido vergonzantemente.
José Luis Higuera ha tomado la decisión acertada. Insisto, se tardó, pero al fin la tomó. Ahora que tome otra igualmente atinada en la contratación del nuevo entrenador para los Monarcas del Atlético Morelia. Determinación que no sea mediática sino realmente prometedora. Que no traiga al que fue campeón o subcampeón, que no traiga al ídolo, ni al compadre, que traiga una persona con fondo cognitivo, es decir muy bien preparado, estudioso, ecuánime, incluyentista para que haga grupo y con liderazgo.
En Morelia hay gente que cumple esos perfiles. Cuestión que la elija bien y la arrope con un muy buen cuerpo técnico y, sobre todo, con jugadores de peso específico, es decir en plenitud de facultades, con calidad probada, experiencia. Y que redondeé con jugadores jóvenes que sean auténticas promesas. Además, que funde una base sólida y no cambie por cambiar jugadores, que les dé continuidad a los que les tenga que dársela.
En suma, que José Luis Higuera vea la gran baraja de entrenadores que hay en Morelia, pero no a los de relumbrón, porque esos no han servido para maldita la cosa. Le ponemos en el tintero a cinco, Nada más para demostrar que sí hay: Mario Díaz, Horacio Rocha, Ricardo Campos, Hugo Chávez y Roberto Hernández. Hay más, muchos más, pero sabemos que Higuera gusta de lo mediático, por eso se equivoca tanto. Así sea.