Londres, Reino Unido, a 20 de marzo de 2025.- La justicia británica finalmente ha podido dictar sentencia en el insólito caso del robo de un inodoro de oro macizo, “diseñado” por el italiano Maurizio Cattelan.
Dos hombres, Michael Jones y Frederick Sines, fueron declarados culpables por su participación en el robo de este inodoro fabricado en oro de 18 quilates. Anteriormente, el líder del grupo James Sheen, había sido declarado culpable en abril de 2024.
La cuestión es que ese inodoro no lo usaba algún oligarca ruso o magnate yanqui en alguna mansión, tampoco lo tenía en su palacio un emir millonario de Emiratos Árabes Unidos, sino que era una supuesta obra de arte utilitaria.
Es una pieza que es parte de una corriente que la historiadora Avelina Lésper critica duramente y que llama arte VIP. La obra se llamaba “America” y se mostraba en el palacio de Blenheim, edificio histórico del siglo XVIII del sur de Inglaterra, de donde fue robada en 2019.
El inodoro fue funcional y su valor estimado era de 4,8 millones de libras, que son 5,7 millones de euros. Ósea que, a diferencia de la banana pegada a la pared, que también hizo el “artista” Maurizio Cattelan, este retrete sí tenía un valor monetario real.
De hecho, antes de llegar al Reino Unido, el retrete había estado en el Museo Guggenheim de Nueva York, donde sí fue usado entre 2016 y 2017, por al menos unas 100.000 personas.
Los verbos “tenía” “era” y otros están así, en pretérito, porque el inodoro ya no existe: fue desmontado, fundido y vendido como lingotes tras el robo. De hecho, ahora fue a Frederick Sines, alias “Fred Doe”, a quien se encontró culpable de facilitar la venta del oro fundido. Las penas que enfrentarán los responsables se conocerán en mayo.
Por su parte, el comerciante de oro Bora Guccuk fue exculpado, pues alegó desconocer la procedencia del metal precioso al momento de hacer las transacciones.