Morelia, Michoacán, a 1 de febrero del 2025.- Desde hace tres meses Margarita y sus tres hijos, abandonaron Honduras y emprendieron su camino hacia Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida, durante su paso por la capital michoacana, avanza de plaza en plaza solicitando una moneda para poder sobrevivir.
Cerca de las 21 horas de este viernes, en sus hombros carga a su hijo de 3 años, los otros de 5 y 8, claman a su madre descansar y dormir, mientras ella busca en la basura algún alimento.
A la mujer de casi 30 años, no la limitan las nuevas leyes migratorias que se aplican en Estados Unidos, se dice confiada en poder llegar "Trump no es Dios, y primero Dios vamos a llegar y tener una mejor vida, estoy segura que lo vamos a lograr", expresó Margarita, mientras aprovecha a sentarse unos minutos en la banca de cantera, espacio cercana al kiosco de la plaza de Armas en Morelia.
Narró que su traslado al vecino país del norte ha sido muy complicado al enfrentar hambre, el clima y también los peligros de toda clase de delincuencia y confiesa que su mayor temor es que a sus hijos les pase algún inconveniente.
"A veces nos toca quedarnos en los parques, en las iglesias, en las casas del migrante, hemos pasado por Tapachula, Veracruz, en el Estado de México, en algunas ocasiones nos dan raite, y la gente me ve con mis niños y ofrece algo de comer, trato de cuidar mucho a mis tres hijos, que no se me separen ni un minuto", comentó Margarita.
Sus planes son llegar a Los Ángeles, donde indica que tiene amigos originarios de Honduras y quienes ya la esperan para poder iniciar su residencia en Estados Unidos, manifestó que a su país, en donde se dedicaba a la venta de ropa en calles, no regresa.