México, DF, 01 de noviembre de 2016.- De acuerdo de la creencia católica, cada 1 de noviembre se celebra la solemnidad de Todos los Santos.
Los santos son aquellos han vivido el evangelio y que han dedicado su vida al semejante y a Dios. Los declarados son muchos. Se cree que por su intercesión se consiguen milagros.
Esta celebración tuvo sus orígenes por el siglo IV debido a la gran cantidad de mártires en la Iglesia. Luego, el 13 de mayo del 610 el papa Bonifacio IV dedica el Panteón romano al culto cristiano, colocando de titulares a la Bienaventurada Madre de Dios y a todos los mártires. Es así como se les empieza a festejar en esta fecha.
Para ser “santo” se necesitan trámites rigurosos, como una exhaustiva averiguación con personas que lo conocieron, para saber si en verdad su vida fue ejemplar. Si se comprueba, se le declara “siervo de Dios”. Si sus virtudes fueron heroicas, es declarado “venerable”. Más tarde, si por su intercesión se consigue algún milagro, es declarado “beato”. Finalmente si se consigue un nuevo milagro por haber pedido su intercesión, el Papa lo declara “santo”.
En el caso de algunos santos el procedimiento de canonización ha sido rápido, como por ejemplo para San Francisco de Asís y San Antonio, que solo duró 2 años.
Los santos “canonizados” oficialmente por la Iglesia Católica son varios millares, mas existe una inmensa cantidad de santos no canonizados pero que “ya están gozando de Dios en el cielo”. A ellos especialmente está dedicada esta fiesta de hoy.
Mañana es Día de los Difuntos. Se estableció para orar por la salvación de los mismos y que gocen de la presencia de Dios