Disturbios dentro y fuera del Senado de México por discusión de la reforma judicial

Ciudad de México, a 10 de septiembre de 2024.- La noche de este martes las inmediaciones del Senado de la República en Ciudad de México fueron escenario de intensos enfrentamientos durante la discusión de una polémica reforma judicial. 

Cientos de manifestantes, en su mayoría trabajadores del Poder Judicial, se congregaron en el recinto para expresar su rechazo a la propuesta que busca introducir la elección popular de jueces y la creación de un órgano disciplinario que supervisaría las sentencias judiciales. Según los críticos, estas medidas amenazan con vulnerar la independencia del Poder Judicial y alterar el equilibrio de poderes en el país.

El momento más tenso ocurrió cuando los manifestantes irrumpieron en la sede del Senado, forzando una suspensión temporal de la sesión. Los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía fueron intensos, con el uso de gases lacrimógenos y extintores por parte de las fuerzas de seguridad para dispersar a la multitud. 

Los manifestantes, que portaban banderas mexicanas y vestían de blanco, lograron acceder al edificio, lo que obligó al presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, a declarar un receso indefinido.

Ante la imposibilidad de continuar en la sede original, las deliberaciones se trasladaron a la antigua sede del Senado en la casona de Xicoténcatl, donde se reanudó el debate horas más tarde. 

A pesar de los disturbios, la bancada oficialista de Morena, que apoya la reforma promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que cuenta con los votos necesarios para aprobarla, lo que ha exacerbado las tensiones entre los opositores

Esta reforma ha polarizado el escenario político mexicano, con partidos como el PAN y el PRI denunciando presiones para cambiar el sentido de sus votos. En particular, la decisión del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez de respaldar la reforma ha sido motivo de controversia dentro de su propio partido, lo que ha añadido una capa adicional de conflicto a un debate ya de por sí candente