Texas, EEUU, a 26 de enero de 2025.- Los tentáculos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se han expandido a una nueva rama de la economía de los Estados Unidos y de México; a través de un complejo esquema detectado por las autoridades norteamericanas, en tan solo unos meses el cártel lavaba millones de dólares producto de la venta de droga, blanqueándolo con la compra y venta de teléfonos celulares cuyo pago a su vez puede convertirse en una pesadilla para los compradores.
Las autoridades federales de EEUU anunciaron el viernes que 40 personas han sido acusadas en relación con una compleja operación de lavado de dinero que utilizaba teléfonos móviles para canalizar las ganancias de ventas de drogas hacia uno de los cárteles más poderosos de México.
De acuerdo con Lowery y otros funcionarios de las fuerzas de seguridad, el esquema funcionaba de la siguiente manera: las drogas introducidas de contrabando en Estados Unidos por el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) eran vendidas, y las ganancias se utilizaban para comprar teléfonos móviles en varias tiendas, incluidas dos en el área de Houston. Posteriormente, los teléfonos se enviaban a México, donde se vendían a precios inflados, y las ganancias se canalizaban de vuelta al cártel.
Los propietarios de las dos tiendas en Houston, Nabeel Iqbal y Asad Wali Kesaria, han sido acusados de un cargo de conspiración para lavar instrumentos monetarios y de lavado de instrumentos monetarios. Cada uno de estos cargos conlleva penas de hasta 20 años de prisión.
El esquema fue desmantelado en gran parte cuando las fuerzas del orden establecieron una tienda encubierta de teléfonos móviles en Houston. Durante nueve meses, los investigadores encubiertos recolectaron más de 6,8 millones de dólares en ganancias ilícitas de drogas, según Daniel Comeaux, agente especial a cargo de la oficina de campo de la Administración de Control de Drogas (DEA) en Houston.
"Tomamos su dinero, les ayudamos, y ahora irán a la cárcel y pagarán por ello", dijo Comeaux. Las autoridades no revelaron la ubicación de la tienda encubierta.
Lowery afirmó que la investigación coordinada por las fuerzas de seguridad, que abarcó Florida, Alabama, Luisiana y partes de Texas, resultó en la incautación de 3,2 millones de dólares en efectivo, junto con 754 kilogramos de cocaína, 588 kilogramos de Alprazolam, 111 kilogramos de metanfetaminas, seis kilogramos de heroína y cuatro kilogramos de fentanilo.
Más de la mitad de los 40 acusados son del área de Houston, y aproximadamente 29 de ellos ya han sido arrestados, según informaron las autoridades.
Las detenciones concluyen una investigación de 21 meses denominada Operación Noch, según Jennifer Lowery, fiscal federal interina para el Distrito Sur de Texas.
Entre los acusados está Francisco Jaramillo-Valdovinos, también conocido como Chico Jaramillo, quien, según las autoridades, es un alto "comandante" del CJNG, un cártel mexicano cuyo objetivo ha sido convertirse en el principal proveedor global de drogas ilícitas; según un informe de la DEA de 2019 compartido con el Louisville Courier-Journal. Jaramillo, junto con otras nueve personas, es considerado fugitivo en México.