Gerardo Ortiz, Calibre 50 y las narcofiestas de un general retirado en la Casa de las Fuerzas Especiales del Ejército

Gerardo Ortiz, Calibre 50 y las narcofiestas de un general retirado en la Casa de las Fuerzas Especiales del Ejército
Autor: Redacción / Noventa Grados | Fecha: 20 de Marzo de 2025 a las 22:25:54

Temamatla, Edomex., a 20 de marzo de 2025.- La persecución judicial en Estados Unidos contra el cantante mexicano Gerardo Ortiz, quien ha reconocido haber participado en fiestas del crimen organizado, abren un pasaje de los archivos del narcotráfico en México, pues de la mano de un general retirado -señalado por sus vínculos con la delincuencia organizada-, se llegó a presentar en un cuartel militar como parte de una fiesta privada a personajes cuestionables.

La noche del 30 de octubre de 2014, los acordes de narcocorridos resonaban en el Campo Militar 37-B, en el Estado de México. En una cabaña remodelada con fondos públicos, el entonces comandante de las Fuerzas Especiales, Alberto Reyes Vaca, celebraba otra de sus polémicas reuniones privadas. Entre los invitados destacaban los músicos de Calibre 50, quienes amenizaban la velada, y el cantante Gerardo Ortiz, cuya presencia, aunque no oficial, quedó registrada en fotografías de la investigación posterior.

El general Reyes Vaca, acusado en diversas ocasiones de corrupción y abuso de poder, convirtió las instalaciones militares en un espacio de fiestas exclusivas, donde no solo se ofrecían bebidas y banquetes costeados con recursos públicos, sino que también se toleraban excesos y presuntas filtraciones de información operativa.

Los documentos revelados por el diario español "El País" exponen que Reyes Vaca remodeló una cabaña dentro del área de adiestramiento de las Fuerzas Especiales, instalando un bar con mobiliario de discoteca, vasos y copas de cristal, e incluso un mural con un lobo aullando. Allí, el alto mando organizaba reuniones privadas con música en vivo y demostraciones de tiro para civiles invitados.

Las denuncias de los subordinados no se hicieron esperar. Un militar inconforme presentó una queja ante la Contraloría General del Ejército denunciando la presencia de narcocorridos en un espacio destinado al entrenamiento y preparación contra el crimen organizado. La investigación reveló que Reyes Vaca no solo organizó fiestas con músicos famosos, sino que también usó personal militar para atender las reuniones como meseros y empleados de servicio.

En su defensa, el general argumentó que los artistas asistieron de manera espontánea y sin cobrar honorarios, debido a su amistad con un promotor musical hecha durante el paso de Reyes Vaca como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, durante 8 meses en 2014. Sin embargo, la indagatoria de la Contraloría señaló que la contratación de Calibre 50 pudo haber costado entre 600 mil y 800 mil pesos, sin que existiera un registro oficial de pago.

A pesar de las pruebas, la Sedena solo dictó una amonestación contra Reyes Vaca, cerrando el caso sin sanciones mayores. El militar continuó su carrera sin mayores consecuencias, llegando incluso a ocupar altos cargos en Guanajuato y Veracruz antes de su retiro en 2020 con un haber de 70 mil pesos mensuales.

Mientras los soldados cumplían con misiones de alto riesgo lejos de sus familias, su comandante celebraba fiestas privadas con artistas cuyas canciones relatan las hazañas de los mismos cárteles a los que los militares combatían, siendo el caos de Reyes Vaca un ejemplo de la corrupción y los excesos que han permeado en ciertos sectores de la élite militar.

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