Nuevo Parangaricutiro, Mich., a 10 de septiembre de 2015.- Miles de peregrinos arriban a la cabecera municipal de Nuevo Parangaricutiro, Michoacán, durante todo el año para venerar al Señor de los Milagros, pero el día 14 de septiembre es una multitud, provenientes de diferentes partes del estado y el país, quienes agradecen o piden algún milagro de una forma muy característica: entran a la iglesia bailando y con un espectáculo piromusical.
La fiesta del Señor de los Milagros ha sido celebrada desde antes de la erupción del volcán Parikutin en 1943; en el pueblo de San Juan de las Colchas, también conocido como San Juan Viejo, ya se veneraba y se conocía de sus milagros en la región.
Cuenta la historia que un huacalero (vendedor de ollas de barro), pasaba por San Juan de las Colchas, quien era vecino de Apatzingán y venía de Corupo con su mercancía; se dice que compró dos cristos de madera que llevaba consigo y en una ocasión, en el mes septiembre, se le hizo noche y pernoctó en el pueblo. Recostó los cristos en el piso.
Al día siguiente que pretendía continuar su camino hacia Tierra Caliente, no pudo levantar a uno de los cristos, pidió ayuda, y ni con otras personas lo lograron; dieron cuenta del hecho al sacerdote Nabor, quien señaló que era voluntad del cristo quedarse en esa población en donde se le construiría una iglesia.
Pero aparte de la edificación, los feligreses deberían entrar bailando para pedir o agradecer algún milagro, esta forma peculiar pronto se hizo famosa y corrió como reguero de pólvora en la región y más allá
Finalmente se establecería el 14 de septiembre, la fecha de la celebración, sin embargo, la erupción del volcán Parikutin en 1943, hizo que sus habitantes tuviesen que emigrar. Pidieron al santo milagroso los orientara hacia dónde habrían de construir el nuevo pueblo. Hubo varios ofrecimientos, por el rumbo de Ario de Rosales, Tepic, Zamora y Morelia.
El párroco Alberto Mora dijo a los feligreses que el destino ofrecido por el General Cárdenas era la Hacienda de Los Conejos, lo más cercano a sus antiguas tierras y a unos 13 kilómetros de Uruapan. Ahí inició la construcción de viviendas y del nuevo templo del Señor de los Milagros.
El párroco se encargó de solicitar apoyos, de dar a conocer los milagros del Cristo por lo que cada vez eran más las peregrinaciones que apoyaron para su construcción en el Nuevo San Juan Parangaricutiro.
Actualmente, son miles y miles de feligreses que acuden no solamente en estos días, sino todo el año, a agradecer al Señor de los Milagros o pedir algún milagro, pero hay que entrar bailando a la iglesia.